En el mundo, la importancia de un cambio de la matriz energética en todos los países, de cara al reto del cambio climático, es ampliamente reconocida. Siendo el sector energía el sector fuente del mayor porcentaje de emisiones a nivel mundial, políticas que promuevan la reestructuración y adopción de tecnologías limpias son fundamentales. 

En el Perú, las emisiones producidas por el sector energía representan la segunda mayor categoría, con 21% de las emisiones totales, luego de las emisiones provenientes del sector cambio de uso de suelo y silvicultura. Si bien, en nuestro país, un porcentaje fundamental de la energía que se consume proviene de la hidroelectricidad, este es ampliamente subutilizado y desarrollado de forma tradicional. Existe, asimismo, aun una fuerte dependencia de los hidrocarburos, en los sectores transporte, industria comercio y domésticos. Solo en el Perú, de acuerdo a las cifras del Balance Nacional de Energia, se liberan alrededroe del 2,550 ton/hora de CO2 por el consumo de energía de combustibles fósiles. Por ello se reconoce la necesidad de una política de Estado en materia de energía que promueva nuevas fuentes energía limpias para diversificar la matriz energética.

En un ambicioso plan, el Perú, en sus Contribuciones Nacionales Determinadas (INDC, por sus siglas en inglés), que fijan los compromisos a asumir en el nuevo tratado climático negociarse en Paris 2015, pretende disminuir hasta en un 31% sus emisiones al 2030. En un escenario Business as usual (BAU) donde las emisiones anuales se incrementarían de 216 millones de toneladas de CO2eq a 269 millones toneladas de CO2eq al 2030, se plantean reducciones con el desarrollo del proyectos de mitigación en diversos sectores. El sector energía, juega, sin duda, un rol importante.

El Plan Energético Nacional 2014-2025, el Ministerio de Energía busca promover el uso de energías renovables, donde el Perú cuenta con un gran potencial y que todavía no es aprovechado. Indica que “el Perú, en su firme propósito desarrollo sostenible e integración regional, la encontrado en la energía su mejor instrumento”. Las energías renovables podrían constituir un importante porcentaje de la energía consumida en el país, habiéndose fijado la meta de que las energías renovables representen un 60% del mix de generación eléctrica, debiendo apoyar e incentivar la inversión y el desarrollo de proyectos de energía eólica (donde se estima un potencial de 22,000 MW), solar (potencial de energía promedio de 5.24kWh/m2), geotérmico e hidroeléctrico (estimado en 58,937 MW).

Los principales retos que afronta este sector son alcanzar la diversificación de la matriz energética y aprovechar de energías renovables, logrando a su vez, crecer a la par de la demanda interna, en tendencia creciente producto del crecimiento económico de los últimos veinte años. Las energías renovables, además de ser competitivas y sostenibles y de contribuir a diversificar la matriz energética y a la seguridad energética, contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático, son intensivas en mano de obra, sirven para estimular la economía y contribuyen a alcanzar objetivos de inclusión, siendo posible tener una mayor cobertura en pueblos aislados.

Un apoyo decidido a la transformación del sector energético la matriz energética del país, que busque cambiar los planteamientos tradicionales a favor de soluciones innovadoras con tecnologías basadas en recursos renovables es imprescindible; tanto para alcanzar nuestros objetivos a largo plazo de crecimiento económico, como de inclusión social y de desarrollo sostenible del país.